Paredes claras = acierto seguro
Para dar luminosidad a una estancia y ganar en amplitud visual, el elemento por excelencia es el color de las paredes. Los tonos blancos, beige, neutros y pasteles en su versión más clara ayudan a aumentar el tamaño de cualquier habitación.
Combinar las paredes con dos colores amplía el tamaño y gradúa la luz. Una buena opción es combinar tres paredes en un color claro, como el beige, y otra en un tono más oscuro, como un color topo.
En cuanto a los techos, si no son muy altos, es conveniente pintarlos de blanco porque aportará mayor profundidad a la habitación.
Somos fans de los muebles multifunción
La clave para seleccionar los muebles de estancias pequeñas está en elegir mobiliario multifunción. Una buena opción son los muebles que aprovechan el espacio, como sofás con cajones en la parte inferior. Además, hay que tener en cuenta que las estanterías muy altas, biombos y muebles gigantes suponen un obstáculo para el paso de la luz.
Ordena por colores, notarás la diferencia
Un truco para aumentar visualmente el espacio es ordenar la habitación por colores, ya que el resultado será un ambiente amplio y ordenado.
Espejos, cristales y vidrio. ¡Deja que se refleje la luz!
Los espejos son muy buenos aliados a la hora de conseguir un cuarto más grande y aportar profundidad. La mejor alternativa pasa por disponerlos en paredes contraria a ventanas o focos de luz artificial para que reflejen la luminosidad y la habitación parezca más amplia.
Otra opción sería elegir mesas de cristal o colocar estratégicamente espejos pequeños, vidrios u objetos decorativos de cristal que reflecten la luz.
Optamos por el minimalismo a la hora de elegir accesorios y decoración
Cuanto más abarrotes tus habitaciones con objetos y adornos, más pequeño se verá el conjunto. Por ello, lo ideal es crear espacios minimalistas, con pocos objetos, bien distribuidos, sin llenar estanterías y muebles.